Nos estamos volviendo esclavos de los Smartphones

Por: Juan Sebastián Delgado Gil @juansedg

¿De dónde viene la palabra Blackberry? Buscando en internet encontré dos versiones, una que circuló mucho por internet, por el origen triste de la misma, y la otra (que se supone es la oficial) mucho más corporativa. La primera, cuenta que esta palabra data de los años 50 cuando a los esclavos Estadounidenses los castigaban poniéndolos a realizar trabajos duros y en forma de evitar que escaparan les colocaban un grillete con una bola de plomo o de acero en su pie.  A esta bola se le llamaba BlackBerry.

La segunda teoría, como les decía mucho más corporativa, cuenta que en 2001, RIM (ahora BlackBerry) contrató a una empresa consultora de marcas llamada Lexicon Branding para que eligiera el nombre que llevaría su smartphone, con la condición que el elegido para la marca tuviera implícita la palabra “email”, pero fueron disuadidos por la consultora de que se asociaría con trabajo y eso no sería agradable para muchos. El equipo de Lexicon estuvo barajando varias posibilidades hasta que al final se eligió Blackberry por el color de esta fruta y la similitud de las teclas del dispositivo con una mora.

¿Pero por qué inicié este artículo con estas definiciones? Porque desde mi punto de vista la realidad, que vivimos actualmente, se acerca mucho a la primera teoría. Hoy nos estamos virtualizando más de la cuenta. Somos esclavos de la tecnología, especialmente la móvil.

Recuerdo la época en que el celular servía para hacer llamadas (Ahora para lo que menos lo utilizamos es para eso) y uno no sufría de dolor de cuello por estar mirando para abajo, escribiéndole a todo el mundo. En mis épocas de juventud, para continuar la conversación con alguna chica que le gustaba, simplemente se le pedía el teléfono de la casa, o en su defecto el número del celular. Hoy da pena pedir el teléfono y más decir: «No tengo pin o no tengo whatsapp» cuando alguien a quien le gustas te pide cualquiera de estas dos. Es más hay personas que se apenan porque los vean con cualquier otro celular que no tenga cantidad de aplicaciones, los llamados «antiguos» y también hay quien ya se avergüenza hasta por tener un blackberry. ¿O no conocen a alguno?

Hace poco salió una investigación en Estados Unidos, realizada por Experian Marketing Services Research, sobre el uso de los celulares, la cual dio como resultado que los usuarios de estos «teléfonos inteligentes» solo 15 minutos al día los dedican a los servicios de voz y 45 a otras utilidades (el promedio de uso es de una hora). También arrojó que en lo que más tiempo se emplean estos dispositivos, es en mensajería instantánea (alrededor del 20%), seguido por las redes sociales (16%) y la navegación (14%).

Pero eso del uso es lo de menos, lo preocupante de este asunto es el «dónde» y «cuándo» se está utilizando. Ya no hay clase universitaria o colegial, cine, reunión laboral, «parche» de amigos o peor aún encuentro familiar, que no tenga como protagonista a alguno de estos aparaticos. ¿Será que no nos estamos dando cuenta de lo irrespetuoso e incómodo que es eso? Deberíamos, estos medios de comunicación que en otrora se utilizaban para unirnos en la distancia, hoy nos separan así estemos en el mismo espacio. Familias, hogares, amigos, empleados, etc, desafortunadamente se están viendo afectados por el mal uso de estos.

Para finalizar solo me quedan por decir dos cosas, los smartphones son tan «inteligentes» que sirven hasta para llamar y segundo, no dejemos que nos divida un aparato, nosotros somos quienes manejamos la herramienta, no al revés.

Les dejo una campaña publicitaria que nos invita a «desconectarnos para conectarnos».

3 comentarios en “Nos estamos volviendo esclavos de los Smartphones

  1. Creo que las aplicaciones en los smartphones están desplazando la utilidad exclusiva de un pc de escritorio, y esto engolosina más a la gente, pero también está esto del prestigio de portar una marca de celular determinada.

    1. Estamos de acuerdo en ambos postulados. Esta es la época en la que importa más la marca que la funcionalidad como tal.

  2. Es una realidad el avance de la tecnología. Pero efectivamente debemos tener un equilibrio y no dejar que un dispositivo, por sofisticado que resulte, cubra o mejor dicho, reemplace las relaciones ínter personales asi como la riqueza de la comunicación verbal y personal. Un correomelectronico no sustituye una llamada telefonica para acalar asuntos pendientes o llegar a un acuerdo.
    Dichos adelantos técnicos están para servirnos, volvernos mas eficientes, optimizar los recursos pero sin volvernos esclavos de dichos avances.
    Muy buen artículo, directo, claro y al punto.

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